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Optamos por dinamizar las tomas con un gimbal de 360º, lo que nos permitió capturar la ceremonia y la fiesta con una fluidez total y libertad de movimiento. Esta herramienta fue clave para seguir cada gesto y emoción sin interrupciones, manteniendo la cámara estable incluso en los momentos más dinámicos, como el primer baile o las interacciones espontáneas con los invitados. Gracias al gimbal 360º, el video adquirió una estética moderna y envolvente, permitiendo que cada plano transmitiera la energía y la alegría que se vivió durante toda la celebración.

Utilizamos un travelling ligero para añadir movimiento dinámico y fluido a las tomas, creando una sensación de inmersión total en cada momento clave. Esta técnica nos permitió seguir a los novios y capturar su caminar hacia el altar, los gestos emocionados de los invitados y los momentos íntimos de la celebración con una elegancia cinematográfica. Gracias al travelling, logramos planos suaves y continuos que añadieron profundidad y narración visual al video, dando como resultado una experiencia visual más envolvente y memorable.

En el gran día de Álvaro y Pepo incorporamos el uso de un dron para obtener impresionantes tomas aéreas que añadieron una nueva dimensión al video de su boda. Gracias a esta tecnología, pudimos capturar la llegada de los invitados y la ceremonia desde ángulos que no serían posibles de otra manera, mostrando la magnitud del lugar y la organización del evento desde las alturas. Las tomas aéreas ofrecieron una perspectiva única, dando al video un toque cinematográfico y espectacular que permitió a los novios revivir su boda con una vista panorámica inolvidable.

En esta boda decidimos incorporar objetivos macro para capturar los detalles más pequeños y significativos del día. Desde los delicados bordados del vestido de la novia hasta los anillos intercambiados durante la ceremonia, estos objetivos nos permitieron grabar con una precisión asombrosa cada elemento que, aunque pequeño, tenía un gran valor emocional. Gracias a esta técnica, logramos que el video no solo cuente la historia general del día, sino también aquellos momentos y detalles íntimos que suelen pasar desapercibidos, pero que son esenciales para recordar la esencia de la boda.

Aquí utilizamos objetivos de gran angular para captar cada detalle de la ceremonia y la recepción. A pesar de ser un espacio cerrado, estos objetivos nos permitieron crear una sensación de amplitud, mostrando desde los emocionados gestos de los novios hasta la atmósfera vibrante de los invitados. Gracias a esta técnica, pudimos resaltar tanto la arquitectura del lugar como la intimidad del evento, creando un video que transmite la esencia de la celebración desde una perspectiva amplia y cautivadora.

Nos enfrentamos al desafío de capturar momentos importantes en entornos de baja luminosidad, especialmente durante la celebración nocturna y el evento al aire libre. Para garantizar una calidad impecable en cada toma, utilizamos iluminación cinematográfica, que nos permitió resaltar los detalles y las emociones sin perder la atmósfera natural del entorno. Gracias a esta técnica, logramos grabar escenas nítidas y con un toque dramático, creando un video lleno de contraste y profundidad que reflejaba perfectamente la magia de la noche.

En la boda de Yolanda y José Miguel, decidimos incorporar el uso de una steadycam para capturar cada momento con una fluidez cinematográfica. Este equipo nos permitió grabar desde ángulos imposibles sin perder estabilidad, logrando tomas suaves y elegantes incluso en los momentos más dinámicos, como la entrada de los novios o el baile. Fue un reto técnico que asumimos con entusiasmo, y el resultado fue una secuencia de imágenes que parecían sacadas de una película, elevando la calidad del video a otro nivel.